Último día

Un domingo más…

Un domingo de siesta, de pereza, de mirar hacia a lado de la cama y que siga vacía.

Un domingo de ansiar nuevas historias, de tener menos memoria y seguir con mi vida modificadora.

Es un nuevo domingo de pararme aunque me tiemblen los pies, y me pasen por arriba 10 jabalíes.

Es cuestión de confiar, respirar hondo las veces que sea necesario, repetirte que todo va a estar bien una y otra vez.

De tener la certeza que el proceso que me trajo hasta acá es lo que me tocó y voy a poder.

Que finalmente me vuelvo a sentir entero, que cada domingo cierro, suelto, mi dolor empieza a empacar y hacerle lugar para que lo nuevo que tenga que llegar llegue.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s