Ayer por la noche una nueva alma cruzo la puerta, vi su oscuridad a la distancia, el amor y el odio al mismo tiempo que ella sentía, una lujuria que cargaba pero que ambos compartíamos. Entre charlas y copas hablábamos de intentar conseguir la luz aún siendo de noche, esconder todos nuestros pecados en el día para rompernos en la madrugada.
Entre victorias y derrotas fuimos creciendo, nos contamos que aprendimos a cuidar y cuidarnos, que hay cosas que no se negocian jamás por ejemplo la integridad, la esencia y la paz. Aprendimos a no permitir que nadie nos apague, nos limite, nos cambie, o nos lleve a soltarnos la mano de nuevo. Nos dimos cuenta que estuvimos pasando por el mismo infierno prácticamente en la misma época, que la primavera no fue floreada y el sol no salió de la misma manera.
Ella y yo bebimos el veneno de la mismísima vida, eran las 4 de la mañana y los recuerdos se desvanecían lentamente como si realmente fuera tan fácil para los dos, como si me quitara el mundo de encima por una noche hasta que se durmió.
Solo estoy acá pasando el tiempo en sus brazos, esperando encontrar un recuerdo de nosotros.
Dime que el disfruta de tu gloria,
¿El se ríe como yo me reía?
Quizás un día te sientes sola y en sus ojos podrás ver un recuerdo de nosotros y tal vez empieces a soltarme lentamente, intento recordarte en sus caricias, dije que estoy bien y ya lo había superado pero estoy pensando en como fue todo.
¿Habrá otra como tú en este planeta?
Juro que no pude pegar un ojo anoche, mientras ella dormía yo pensaba que no tiene sentido apagar las luces si desde que te has ido vivo en la oscuridad, escuché que eres feliz sin mi y espero que sea verdad. Me mata un poco pero esta bien, espero que estes recibiendo todo lo que necesitabas, que hayas encontrado la pieza del rompecabezas y que te sientas completa. Espero que realmente sepas que quiero decirte que no podía ver el bosque desde los árboles y que la única vez que hablamos es en mis sueños.
Solo sigo siendo otra estrella caída en este pasillo de hotel, paredes de neón y cuando cae la noche soy mi escape.
Un día te despiertas y eres todo o nada, me vuelve loco pero no es lo mismo, nunca es lo mismo supongo que me gustaba la forma en la que me adormecías todo el dolor. El tiempo sigue pasando, las personas siguen pasando como una estación de trenes, temo que no hay nadie a quien recurrir y en cada sueño solo, solo me caigo en tus brazos.
Me levanto por la noche y no tengo nada que decir ya no se puede encender un fuego sin una chispa. Algún día pero nose cuando vamos a llegar a ese lugar donde realmente queremos ir.
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