Todavía no logro entender como es la secuencia de si fuimos completamente extraños a ser amigos, un beso nos cambió o si nuestros ojos ya se habían “besado” aquellos días en cuando salíamos a los recreos. No importa lo que haya sucedido aunque hayan momentos que intente restablecerme nunca va a cambiar la manera en que terminó.
Es difícil de creer o llegar a pensar en como alguien pasa de ser pareja, amigo o amante a ser un completo desconocido. Mas extraño es cuando te dan ganas de llamarlo o buscarlo pero sabes bien que no podes, porque los tiempos cambian, las personas cambian y ya nada es lo que era antes.
La vida es como la galería de una celular, las fotos son como personas, entra y salen en diferentes tiempos incluso estamos en movimiento constante y hasta las almas que sentimos que nunca se van a ir se terminan yendo. Al final de cada año llegamos con una colección de memorias, recuerdos que alguna vez sentiste y vivenciaste.
La vida es una especie de pista de baile donde los bailarines se mueven por toda la pista cambiándose constantemente de pareja, incluso aquellos desconocidos que se volvieron muy protagonistas de nuestras vidas terminaron por seguir su camino y jamas te los volviste a cruzar.
Pero si algo sé es que tu compañero de baile dure lo que dure jamas va a poder olvidarte, por esas canciones eternas que bailaron, por esas noches de placer y dolor terminan siendo una y otra vez parte de sus cicatrices.
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