Esta nota la estoy por escribir hace varios días, quería secar un poco mi alma ya que últimamente la siento llena de cualquier tipo de alcohol. Estos días me han costado levantarme, no se si es por la resaca o es el miedo de nuevamente enfrentarme al mundo, capaz es porque siento que estoy obteniendo muchas respuestas que hace mucho me preguntaba. Me he sentido una cebra indefensa saliendo al bosque a la hora que los cazadores salen hacer su trabajo, esquivo muchos de ellos al día, personas que quieren sacar lo peor de mí atacándome con balas y lanzas.

Todos los días me pregunto si de verdad soy una persona que le pueda llamar la atención a alguien. Me he sentido como un fracaso gran parte de mi vida, un limón amarillo hermoso pero sin jugo por dentro, a veces odio mi vida y por otros momentos la amo. Dejé hace un tiempo la terapia sentía que ya no me causaba nada como muchas cosas que me “hacían” bien, va o eso pensaba. Me siento escondido detrás del sol, no puedo salir de mi propio camino es que pretendo todavía que alguien me salve pero se que no hay nadie allí afuera.

Allá afuera ya empieza haber neblina por las madrugadas, ¿y si les digo que me encanta perderme en ella? Cuando ingreso en ella me siento parte de una neblina con limón de alcohol y me da la sensación que es una noche real, diferente a las demás, porque últimamente he tenido noches artificiales, noches que siento que me distraen pero no me sacan de mi camino.

Por eso me siento un pasajero de la ciudad, siempre viajo y viajo, veo los amaneceres todos los días, veo a las estrellas desaparecer del cielo, aún recuerdo cuando el mundo era tuyo y mío. Solo ya no me estoy dedicando a vivir sino mas bien estoy haciendo que la vida viva de mí, me siento pobre y no hablo de dinero sino en mi mente y alma, cada día que pasa tengo menos recuerdos, menos lugares especiales y menos memoria.

Cada letra que escribo, siempre me dirigen al mismo sitio, el seguirme recordando que te hecho de menos.

Mi cuarto

17/04/23 22:22

Despejado 13*