Último desahogo

¿Qué mas decir que no este dicho? ¿Qué no haya escrito? ¿Qué me haya guardado? ¿Qué haya puesto en tela de juicio? Este caso que perdí hace rato la tarde de ese jueves. “Quiero confesar dijo el acusado”

— Sé muy bien que la última vez que pude hablar tenia heridas abiertas que aún no he podido sanar, también sé que sería lo mejor poder ponerle fin a esta condena, ya aprendí.

Lo cual la jueza le responde:

⁃ Por lo que he leído en su caso hace 4 meses y 18 días lo mandamos a una de las peores prisiones de este país, espero que haya podido ir superando poco a poco todo lo que conlleva este largo proceso que el destino le puso luego de entregarse por completo a alguien que no lo merecía.

El acusado con los ojos brillosos aclamó:

⁃ Su señoría he pasado por uno de los infiernos más grandes y calientes que existe en lo personal, he escrito en unas de las paredes de mi celda con rayas los días que pase mirando el techo y reflexionando sobre todo lo sucedido y le aseguro que no se lo deseo ni a mi peor enemigo .

Ella responde:

⁃ Le hemos dado el castigo que merecía en ocasiones nos tenemos que poner firmes en las decisiones ya que si no el ser humano por naturaleza no aprende y se sigue entregando una y otra vez a personas que no valen lo que uno piensa. Lamento informarle que todavía le queda una larga condena por pagar pero este es uno de los juicios finales así que quédese tranquilo se muy bien que ha pasado noches de sufrimiento letales, que su única compañía eran las ratas, las cucarachas y la mismísima oscuridad. ¿Tiene algo más que agregar al caso?

Lo cual el recluso respondió con muchas ansias

⁃ Señoría solo espero que el destino no me juegue una mala pasada nuevamente y que no aparezca nunca más una persona que juegue con este corazón frágil, delicado y lleno de agujeros. Que la próxima vez que se lo entregue a alguien sea por una buena razón y que no me lastime, que lo cuide, que lo ponga en un pedestal, que sea compartido, que no sea egoísta, en si que, lo sienta solo una parte de el también. ¿Pido mucho su señoría?

Ella con cara de disgusto y una sonrisa falsa le respondió:

⁃ Lo que usted pide es imposible, en estos casos siempre hay alguno que se lleva la peor parte y esta vez fue usted, déjeme decirle que fue su culpa, si usted hubiese puesto un freno en alguna de las tantas ocasiones que pincharon su corazón en ese largo periodo de tiempo usted no estaría siendo juzgado en esta corte. Tenga en cuenta que en el mundo abundan las personas capaces de ponerse a si mismo primero que los demás y que solo los tontos y débiles dejan de lado su corazón para brindarles todo el cariño al otro, construirles un pedestal y subirlos allá arriba donde nunca se merecieron estar. La condición para cuando salga de esta prisión que repito ¡USTED MISMO SE METIÓ! es que no se acerque más en donde lo pisen, boicoteen, donde actúen de forma egoísta y en donde simplemente le brinden menos del porcentaje que usted dio.

El ya destruido sabiendo que lo esperaban varios meses más allí adentro de ese infierno hecho de hielo sin esperanza alguna le hizo la última pregunta:

⁃ Entiendo y reconozco que fue algo estúpido entregarme por completo a alguien sin corazón pero por favor ¿Cuánto más castigo, frío y soledad tengo que pasar aquí adentro?

Ella respondió su última pregunta:

⁃ Esa pregunta tendría que respondérsela usted mismo, ¿Cuánto tiempo más cree que tiene que pagar por sus errores, los errores de los demás, el no estar a la altura ni sentirse suficiente en esta vida?

Moraleja: Nunca des todo por alguien que no esta dispuesto a dar ni la mitad de lo que tiene por ti. Tarde o temprano saldrás lastimado con mil puñaladas en tu alma que van a ser muy difíciles de cerrarse. Que más allá del tiempo y lo complicado que se torne el clima, la lluvia te va a seguir mojando, el invierno va a seguir congelando y los recuerdos van a seguir estando más allá de que la herida cierre la cicatriz va a quedarte por siempre como un tatuaje.